Creemos que mantener la ropa que nos gusta por más tiempo, es clave para un enfoque más sostenible de la moda. Es por eso que creamos nuestras colecciones tratando de aspirar a materiales de buena calidad, para que duren más allá de la temporada. Ya sea un cárdigan de cachemira o un denim diario, con un poco de amor y cuidado, podemos extender la vida útil de nuestras prendas favoritas.
Lava tus prendas de cachemira sólo de vez en cuando y ventílala entre usos si deseas una sensación extra de frescura.
Si es posible, lava tu prenda por el revés en la lavadora, en el ciclo de lana a baja temperatura, y siempre usa un detergente especial para lana y cachemira.
¿Sabías que hasta la cachemira más fina le sale pilling (“pelotitas”)? Esto es porque el pilling es un proceso natural causado por la fricción. Para eliminarlas, retira suavemente los nudos con un peine de cachemira o una afeitadora de tela y verás como tu cárdigan quedará como nuevo.
Como la lana tiene propiedades naturales de autolimpieza, no se tiene que lavar con frecuencia. La mayoría de las veces la ventilación es la mejor manera de cuidar las prendas de lana. En el caso de que tenga una mancha, te recomendamos limpiarla cuidadosamente con un paño húmedo antes de lavar.
Si tu sweater de lana necesita un lavado, la mejor opción es elegir el ciclo de lana o delicado a baja temperatura. También puede lavarse a mano en agua tibia.
Recuerda siempre: evita frotar y escurrir ya que daña la estructura de las fibras.
¡No olvides que la secadora es el enemigo número uno de la lana! por eso las debes secar al aire sobre una toalla grande y en una superficie plana.
Te damos un súper dato: pon en tu clóset algunas bolsitas de lavanda seca para mantener alejadas a las polillas.
Siempre revisa la etiqueta de cuidado para ver si la prenda de seda que tienes es lavable.
Si tu prenda tiene una mancha, evita frotarla, ya que esto podría dañar el material. En su lugar, lava en el ciclo suave de tu lavadora a una temperatura máxima de 30 grados, preferiblemente usando una bolsa de lavado.
Usa detergente libre de enzimas (delicado), que fortalece las fibras de la tela durante el lavado.
Si prefieres lavar tu prenda a mano, puedes usar una pequeña cantidad de tu propio shampoo para el cabello como alternativa.
Al momento de secar, hazlo al aire libre colgándola en una percha, evitando exponerla directo o el sol.
Tus prendas de seda pueden ser planchadas a baja temperatura, pero lo ideal es usar una plancha a vapor.
Un consejo: guarda tus blusas de seda favoritas en una percha en un lugar oscuro para proteger los colores.
Al igual que las prendas de punto hechas de lana, los abrigos de lana también son naturalmente resistentes a las manchas y tienen un efecto de autolimpieza, por lo que no necesitan mucho mantenimiento.
Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para que tu abrigo se vea siempre cuidado: cepilla la tela de vez en cuando con un cepillo de ropa para deshacerse de la suciedad y el polvo.
Cuando termine la temporada de invierno, envía tu abrigo a la tintorería y antes de meterlo a tu clóset en una bolsa de ropa, ponleantes de guardarlo en una bolsa de ropa con ramitas de cedro para protegerlo de la humedad, el olor y las polillas.
Revisa la etiqueta de cuidado de tus chaquetas y lava a la temperatura recomendada, que por lo general es no más de 40 grados. Cierra todos los cierres y botones, y agrega una pizca de detergente líquido.
Aunque el secado al aire suele ser el más recomendado para las prendas, n el caso de las parkas de pluma el secado en secadora te dará el mejor resultado. Ajusta la secadora a la temperatura más baja y agrega unas pelotas de tenis, ya que éstas rebotan alrededor de la secadora y separan las plumas que se adhieren juntas después del lavado.
Revisa y agita la chaqueta de vez en cuando, y continúa con el procedimiento hasta que esté completamente seca.
Y si no tienes secadora, no te preocupes. Cuelga la parka en una percha resistente en un lugar seco, agite y masajea suavemente y esponja las fibras. Repetir esto hasta que esté completamente seca.
Gira los jeans al revés, cierre la cremallera y elige un ciclo de lavado frío o suave. Esto preservará el color y el ajuste.
Sacúdelos al sacarlos de la lavadora y déjalos secar al aire. Evita el secado en secadora.
Al igual que con muchos materiales naturales, la ropa no necesita lavarse después de cada uso, por lo que la ventilación es a menudo la mejor opción.
La ropa de lino se puede lavar tanto a mano como en máquina.
Aunque las fibras de lino son muy duraderas y se pueden lavar a altas temperaturas, te recomendamos elegir una temperatura baja para ahorrar energía.
El secado al aire es lo mejor para las prendas de lino. Uno de los encantos del lino son los pliegues que se le forman fácilmente. Sin embargo, si quieres que tu prenda se vea lisa, plancha a baja temperatura cuando aún esté húmeda.
Para evitar que se encojan, lava tus prendas de lyocell a mano con agua fría, usando un detergente suave y dejándolas secar al aire. Evita la secadora para que no se encoja, y trata de evitar la plancha para no dañar el tejido.
Sabemos que las etiquetas de cuidado de las prendas son difíciles de entender. Por eso te queremos facilitar esa lectura enseñándote qué significa cada símbolo, y así podrás cuidar tus prendas como correponde.
Antes de meter tu ropa a la secadora, lo primero que debes hacer es mirar la etiqueta de cuidados de tu prenda para ver si es apta para meterla a la secadora para que no se encoja.
Por lo general, la ropa de lana y de algodón no son aptas.
El cloro es conocido como el gran enemigo de la ropa, debido a que como su componente es un químico llamado hipoclorito de sodio, éste reacciona con los colorantes de las telas oxidándolas, es decir destruye el color original.
Sin embargo, hay quienes usan el cloro para darle más brillo a la ropa blanca como las sábanas.
Seguramente habrás visto en más de alguna prenda, el símbolo de "lavar en seco," y te habrás preguntando ¿cómo funciona eso?
Se trata de un proceso de limpieza, sin agua, y que sólo utiliza líquidos especiales para quitar las manchas. Hay personas que se aventuran y realizan este tipo de limpieza en sus casas, pero otras prefieren llevarlas al lavaseco.
¿Te ha pasado estar metiendo ropa a la lavadora y fijarte de casualidad en una etiqueta de tu prenda y dice "lavar a mano"....?
En ese mismo momento se quitan las ganas de lavar. Pero no te preocupes que te daremos los mejors tips para que ese momento se vuelva simple.
Deja la ropa remojando un buen rato en agua para que la suciedad se suelte mejor. Mueve la prenda en el agua de vez en cuando para que el detergente se impregne bien en tu ropa.
A continuación, con una escobilla suave anda refregando las partes más sucias y verás lo fácil que empiezan a salir.
Para finalizar, enjuaga bien tu ropa procurando que no quede nada de detergente y quítale el exceso de agua (con tus manos, nunca retorciendo la prenda para no deformarla y dañas su textura).
Digámoslo, planchar es bastante aburrido.
Pero sabías que la plancha a vapor facilita muchísimo esta labor, debido a que va humedeciendo las fibras de la ropa haciendo que éstas se ablanden. Pero no sólo tiene este beneficio, una plancha a vapor también puede higienizar tu ropa, eliminar el moho, matar gérmenes y eliminar olores. ¡Maravilloso!