Prepara la piel para el afeitado, suavizando tanto la piel como el vello. Deja la piel limpia, revitalizada y flexible. Mojar el rostro con agua, verter el gel en la palma de la mano, hacer espuma y aplicar en ligeros toques por todo el rostro. Extender la espuma con movimientos circulares (evitando los ojos) y aclarar con abundante agua.